Cantaban en el estadio, con la misma entonación, tírate de la moto, de la moto tírate; y quítate la careta, la careta quítate. Ambas retrónicas en cualquier momento de la borrachera y con igual interrogante para el recién llegado: qué quieren decir.
Lo mismo reflejaba el rostro del joven que me precedía hoy en la cola del kiosco. Yo había dicho "que gane el mejor". Él quería partirme la cara, porque previamente me había espetado que gane España. No se podía razonar ni la compatibilidad de nuestros deseos ni que había cosas aún mejores como que ganáramos los españoles. Salí corriendo para que no me embistiera y una vez a salvo me llegó la preocupación.
Somos rebaño, la peña incapaz es lo que precisa el sistema, nos dan una eurocopa y un mundial y tenemos narcótico para dejar que arruinen el futuro de nuestros hijos. A los eternos carteles de se vende y se alquila comidos de polvo se une, cada dos años, en el panorama de la ciudad la enseña nacional.
No hacemos nada si no es por dinero pero nos identificamos a muerte con el destino de otro equipo de trabajo que no tiene nada en común con nosotros.
Ah, sí, son españoles y se clasifican junto a Italia, Portugal y Grecia. Ya no sólo nos llaman en Europa por las iniciales inglesas, sino que nos tratan como a tales.
Nos han tirado de la moto sin posibilidad de desenmascararles.
Published with Blogger-droid v1.7.4
Ni tanto, ni tan calvo.
ResponderEliminarCada cual busca consuelo donde puede y el consuelo es irracional, es lo que tiene.
Hay formas más raras de evadirse un rato.
Formas menos sanas, incluso autodestructivas: Hay quien come chocolate, quien fuma, quien bebe alcohol,quien se mete cualquier cosa, quien se mutila, quien se flagela, los hay que se tumban al sol durante horas, o los que se machacan en un gimnasio,...hay de todo, algunos hasta escriben versiones negras de una realidad oscura.
Los hay masocas.
¿Y quien soy yo para opinar?.
Evidentemente, no justifico en ningún caso al animal del quiosco, pero quiero buscarle un motivo más amable a su estúpida reacción irracional.
Quizá su reacción no obedece a su ceguera mental, a su patriotismo, ni a su devoción por el fútbol y por lo colores de la roja. Quizá no sea tan ANIMAL.
Quizá se sintió agredido.
Acababa de perder su porción de placer que tenía reservada para hoy, su anestesia.
Esta vez, el partido de España no le haría olvidar.
Un racional compulsivo se lo dejó claro en el quiosco, robándole de esta forma la ilusión del partido. "Gane quien gane, tus problemas te seguirán esperando al final del partido".
Quizá fuera ese el motivo último de su violenta reacción.
Estos análisis se basan en el consuelo. Acatando la existencia y sus consecuencias, no es preciso inventarlo.
ResponderEliminarUna vez acatadas, la mejora de las normas comunes son la única preocupación. Y resulta que han quedado en manos de una minoría sin interés alguno en variar.
Éste es el valor de una Movides global, desde el punto de vista de otro racional que no es nadie para opinar hasta que lo hace.
Gracias